Heraclio Alfaro a los mandos de su primer avión, diseñado en 1913
primer avión de construcción propia que, asimismo, era el primero que se diseñaba y producía íntegramente en España. A este avión siguió un segundo modelo a mediados de la Gran Guerra, con el que se adjudicó la Copa de Barcelona, en la edición de 1918. Como colofón a esta actividad industrial, varios aviones que Heraclio Alfaro construyó en la ciudad condal fueron adquiridos por las autoridades aeronáuticas españolas.
No obstante, el auténtico "despegue" de Alfaro en el campo aeronáutico se produjo en Estados Unidos, donde se afincó en 1920. Al año siguiente, empezó a colaborar activamente con la compañía Dayton Wright.
El definitivo espaldarazo internacional le llegó cuando la US Navy reconoció los méritos de Alfaro en el diseño de aviones de construcción metálica y le premió con 3.000 dólares. En 1924, Alfaro obtuvo la licenciatura en ingeniería aeronáutica por el Instituto Tecnológico de Massachusetts. De 1925 a 1929, Heraclio Alfaro, paralelamente a su labor docente en Cleveland, colaboró con la compañía Glenn Martin y se dedicó a la construcción de aviones de diseño propio. El interés que mostró la empresa J. Pitcairn Aircraft por los diseños de autogiros Juan de la Cierva se tradujo en el encargo de esa compañía para que Alfaro proyectara uno de aquellos aparatos. El diseño de Alfaro se transformó en el primer giravión construido por Pitcairn. Una vez introducido en la nueva actividad de los aviones de alas rotatorias, Heraclio Alfaro empezó una estrecha colaboración con Autogyro Company, empresa fundada con el cometido exclusivo de construir y comercializar en Estados Unidos los aparatos diseñados por De la Cierva.
Uno de los proyectos de Alfaro que alcanzó mayor éxito consistió en el avión City of Peoria que, en 1927, ganó la carrera entre las ciudades de San Francisco y Honolulú.
Otra de las actividades en que Heraclio Alfaro destacó fue en el diseño y construcción de motores aeronáuticos. En una fecha tan temprana como 1929, mientras colaboraba con Pitcairn, ya había concebido el primer sistema mundial de arranque autónomo para el rotor de un autogiro. Al año siguiente apareció el Baby Motor, una planta motriz bicilíndrica, con una relación peso-potencia muy adecuada (23 kg y 24 CV, respectivamente) que tuvo una gran difusión en el campo de la aviación deportiva.
Autogiro proyectado por Heraclio Alfaro
Aprovechando el auge que en materia aeronáutica se desató en la década de los treinta del pasado siglo, Alfaro creó la compañia Aircraft Developments, en la que se diseñó un gran número de plantas motrices para avionetas e incluso para aviones militares. Poe esas fechas, Heraclio Alfaro alternaba sus actividades industriales con la cátedra de aeronáutica en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Alfaro regresó a España en 1942, dedicándose a la ingeniería aeronáutica siempre que su precario estado de salud se lo permitía. El pionero español falleció en su Vitoria natal, en 1962.
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